Para Benjamín Cuellas, director del Instituto de los Derechos Humanos de la UCA; el padre José maría Tojeira, ex rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas y el padre Andreu bolívar, Rector, las luchas del pasado se dividieron en 5.
En 1989: Ante los asesinatos de Elva, Selina y los Jesuitas, se buscaban muchas soluciones, pero lo que se quería lograr era: LA VERDA JUSTICIA Y PERDON
La verdad, porque el derecho a la verdad era lo más necesario, sin verdad no se hace la justicia, es muy importante para los victimarios, la verdad era la única solución de regeneración.
Justicia, porque la verdad necesita una aceptación por la justicia. No se deseaba una justicia para los asesinos sino que fuera trabajo de la justicia, se deseaba acabar con la impunidad.
Para los victimarios era necesario el perdón, el perdón por parte de los victimarios, tras una guerra civil de tantas muertes era necesario establecer mecanismos de perdón y reconciliación.
En esos momentos, muchas víctimas y tantas personas que estaban sufriendo preferían el perdón y otros tipos de soluciones, pero no la amnistía.
En esas fechas se planteaba, en la justicia salvadoreña, y se creía que era importante para El Salvador encontrar una solución dialogada; en el caso jesuita se necesitaba de un buen planteamiento de la justicia del país.
En el primer juicio: Se dio el mismo día del crimen, este proceso judicial fue para plantear quienes fueron los que dispararon directamente a Selina, Elva y los Jesuitas, condenar a los intermediarios de la orden de asesinato y encubrir a los líderes del estado mayor que dieron la orden.
El desarrollo del crimen tuvo muchas debilidades y deficiencias, amenazas de muertes, falta de información y una mala investigación.
Este proceso judicial no fue completo y hubo muchas contradicciones; duró más de un mes, aproximadamente.
La lucha consistió en establecer la autoría militar de los crimines, estuvo difícil, ya que el sistema propagandístico, policial y militar, aseguró y difundió la idea que el crimen lo habían hecho los del partido del FMLN; no debemos olvidar, que hubo apoyo por parte del arzobispo.
El gobierno de El Salvador envió 3 delegaciones: una a Washington, Madrid y al vaticano, para convencer, a los líderes de esos lugares que las autoridades del FMLN habían sido los responsables de estos asesinatos.
En la segunda etapa, lo que se pretendía era: Evitar que el crimen afectara al gobierno de el salvador; y el juez q llevaba el caso, aseguró que el país llevaba bien desarrollado dicho caso.
Mientras se trataban de resolver muchos conflictos y problemas, los que pedían justica, aceptaron el resultado del juicio por lo siguiente:
1) Era un paso hacia la verdad.
2) Permitió una indemnización subsidiaria al estado.
Tras el juicio, la tarea era avanzar hacia la autoría intelectual que era la comisión MOCLIN, el juicio ayudó para adquirir información y sobre todo experiencia; además, datos suficientes, se logró ser buenos informantes de la comisión ADOC, que fue la que entregó al Presidente actual en esa fecha, el Presidente Cristiani, ya que esta comisión aseguró que tenían que ser depurados.
También hubo apoyo de la COMISION DE LA VERDAD, con esta lograron una buena relación e información, comunicación y cooperación q contribuyó para descubrir la verdad, ya que se abordaron a testigos.
El trabajo era luchar contra la ley de amnistía y en la colaboración con la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. Se insistía en los autores intelectuales, pero estos no estaban amnistiados.
Al transcurso de los años, se fueron elaborando juicios de justica y verdad.
Segundo juicio: Se esperaban las elecciones del 2000 y se acusaron a los asesinos, al ex presidente, Cristiani y al ministro de defensa.
La sala de lo Constitucional afirmó que la ley de amnistía era constitucional pero no absoluta, y excluía de la amnistía a los que fueron funcionarios del gobierno cuando se aprobó dicha ley.
Han pasado los años, y el país no hace cumplir las leyes, las cambian de acuerdo a su conveniencia; la verdad justicia y perdón, son valores que no se toman en cuenta, y es por esto que la corrupción y la injusticia sigue siendo parte de El Salvador.
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